jueves, 4 de noviembre de 2010

El criterio numérico en la clasificación de los sistemas de partidos

En la actualidad, la clasificación del sistema de partidos con base exclusivamente en el factor numérico es insuficiente (unipartidismo, pluripartidismo y bipartidismo); sin embargo, el número de partidos existente en un país determinado, de acuerdo con Giovanni Sartori*, sigue siendo la variable primaria en el análisis de sistema de partidos. Es evidente que el factor numérico debe ir acompañado de otras variables, a fin de que la clasificación sea más adecuada. Una de estas variables, resultado del análisis del número de partidos,  es la medida en que el poder está fragmentado o no, disperso o concentrado. Mientras más partidos existan, según Sartori, mayor será la complejidad del sistema.



La propuesta de Sartori es responder a la pregunta ¿qué partidos importan? El número de partidos tiene que ver directamente con la cuestión de qué fuerza tienen y qué fuerza representan dentro del propio sistema.  La importancia de un partido no está solamente en función de la distribución relativa del poder; sino también y, especialmente, en función de la posición que éste ocupa en la dimensión izquierda-derecha.




Finalmente, el nivel de fragmentación de un sistema se mide con base en el nivel de segmentación (intensidad ideológica) o polarización (distancia ideológica).  De acuerdo con la clasificación anterior de sistema de partidos, Sartori plantea que la estructura del poder se da en los siguientes términos (es el mismo orden):

1.    Monopolio.
2.    Jerarquía (monopolio relajado).
3.    Concentración unimodal (prevalencia sin alteración).
4.    Concentración equilibrada (concentración bipolar).
5.    Poca fragmentación o segmentación despolarizada.
6.    Fragmentación alta con polarización.
La fuerza de un partido se mide con base en las siguientes consideraciones:
Su fuerza electoral, medida a través del porcentaje de escaños en la Cámara Baja (Cámara de diputados).
Lo prescindible que sea un partido para lograr una o más de las posibles mayorías. Sin importar el tamaño del partido (pequeño o grande), la grandeza de un partido se mide también a través de lo requerido que es para formar alianzas o coaliciones viables. Es decir, coaliciones ideológicamente consonantes y permisibles.
Las consideraciones de los dos elementos anteriores permiten a Sartori a llegar a la siguiente conclusión: Un partido debe tenerse en cuenta por pequeño que sea si se halla en posición de determinar a lo largo de un periodo de tiempo y en algún momento como  mínimo una de las posibles mayorías gubernamentales.

 

La fuerza de un partido también se mide por las posibilidades de chantaje o juego político (estira y afloje) orientadas a la oposición. Este elemento permite, a su vez, llegar a la siguiente conclusión: Un partido será importante siempre y cuando su existencia o su aparición afecten tácticas de competencia entre los partidos y, en especial, cuando altera la dirección de la competencia de los partidos orientados hacia el gobierno.

Con base en lo anterior, la fragmentación de un sistema de partidos  tiene una definición clara: un sistema de partidos está fragmentado cuando tiene muchos partidos y ninguno de los cuales se acerca al punto de lograr mayorías absolutas


El criterio numérico empleado por Sartori puede rendir 7 clases de sistema de partidos

De partido único.
De partido predominante (sistema competitivo en donde un partido cuenta más que todos los demás partidos juntos).
De partido hegemónico (sistema de partido no competitivo, en donde los demás partidos juegan un papel de subordinados, secundarios y periféricos
Bipartidista (dos partidos compiten por una mayoría absoluta que está al alcance de cualquiera de los dos).
De pluralismo limitado (3 a 5 partidos).
De pluralismo extremo (6 a 8 partidos).
      De atomización, en donde ningún partido logre mayorías, acuerdos, consensos, etc..


*Ver, Giovanni Sartori. Partidos y sistemas de partidos. Ed. Alianza, 2005.

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