miércoles, 27 de octubre de 2010

Importancia de la construcción de una opinión pública de calidad

Panel de discusión

Según Guillermo O’Donell[1], un régimen democrático depende y se ve fortalecido por el reconocimiento del individuo en tanto  que “agente” consciente, reflexivo y responsable de sus actos. En términos estrictos, la noción de “agencia” planteada por dicho autor se refiere al interés de hombres y mujeres por lo público y lo político; al proceso de reflexión y racionalización de sus decisiones (expresadas, principalmente, a través de la emisión consciente del voto); a su cultura política que  les permite e impulsa a participar en lo público; y a su transformación de individuos pasivos, meramente receptivos de lo que acontece a su alrededor, a "agentes activos", informados, conscientes de sus decisiones y los alcances de las mismas.

 La “agencia” está determinada, en buena medida, por dos factores fundamentales:
a)      el nivel de conciencia política del individuo, el cual se refiere, según Zaller[2], al interés que éste manifiesta frente a los temas políticos y  la forma cómo comprende y procesa la información a la cual está expuesto.
b)      la conformación y manifestación de una opinión pública sobre un hecho o situación determinados con base en consideraciones preponderantemente cognitivas.

En este sentido, el acceso a la información se constituye en elemento sine qua non para el desarrollo de la “agencia” y el fortalecimiento de cualquier sociedad democrática. En consecuencia, la información debe ser concebida como bien público que garantiza la vida democrática de una sociedad.
Los medios de comunicación se erigen como los transmisores por excelencia de la información en el espacio público, de cuyo proceso de producción y distribución se deriva una de sus mayores responsabilidades frente a la sociedad: contribuir a la formación del pensamiento y a la conformación de una opinión pública, en términos de Zaller, reflexiva y cognitiva, que fortalezca y consolide a  la democracia.
Para lograr lo anterior, los medios de comunicación enfrentan dos grandes retos: a) producir información de calidad, en términos de que ésta sea oportuna, completa, clara y comprensible para el individuo; y b) producir información cuyo contenido conlleve a la reflexión y al sentido crítico que la democracia exige[3] Es decir, la información debe contar con los componentes indispensables de calidad y contenido que permitan al individuo formar su propia opinión con relación a un hecho o situación determinados, toda vez que es "la premisa para que tenga sentido cualquier tipo de discusión y decisión que resguarde el espacio público[4]”.
En seguimiento al pensamiento de O’Donell y  Morlino[5],  se desprende, entonces, una de las mayores contribuciones, pero también responsabilidades, de los medios de comunicación ante la democracia: coadyuvar al desarrollo y fortalecimiento de la “agencia” mediante la transmisión de información oportuna, transparente, de calidad y con contenido reflexivo y crítico, que permita la generación de una opinión pública sustentada en elementos cognitivos y no meramente emocionales. En pocas palabras, de acuerdo a la lógica de estos autores: la calidad de la democracia depende de la calidad de la información que se produce y transmite.

Sólo en una democracia, y alcanzado cierto nivel de desarrollo de los medios de comunicación, puede hablarse con propiedad de una opinión pública. En efecto, sólo bajo esas condiciones se producen públicos informados, informaciones continuas sobre hechos de relevancia pública, y una forma de relación entre gobernantes y gobernados que se halla condicionada por esos movimientos de opinión[6].

Tú qué opinas
  • En México, ¿los medios de comunicación contribuyen a la formación de una opinión pública de calidad? ¿En qué medida?
  • ¿Crees que existe diferencia entre los medios de comunicación escritos y visuales?
  • ¿Es acaso Internet una herramienta para construir una opinión pública de calidad?
  • ¿De qué manera consideras que la sociedad civil puede contribuir a este proceso? 
Discutámoslo, este es uno de los elementos indispensables para que la democracia mexicana evolucione




[1] Guillermo O’Donell. “Teoría democrática y política comparada”, en Desarrollo Económico, No. 156,  Vol. 39, enero-marzo, 2000.
[2] John R. Zaller. The nature and origins of mass opinion. Cambridge University Press, 1992.
[3], Ramón Guillermo Aveledo Los medios de comunicación y el cambio democrático,  ponencia presentada en la Conferencia Internacional "El derecho de la información en el marco de la reforma del Estado en México", realizada en mayo de 1998 bajo los auspicios de la Comisión de RTC de la Cámara de Diputados, la Universidad Iberoamericana, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Fundación Konrad Adenauer y la UNESCO.
[4] Bettetini, Gianfranco y Fumagalli, Armando  Lo que queda de los medios. Ideas para una ética de la comunicación. Argentina, Buenos Aires, Ediciones La Crujía, 2001, citado por Raquel San Martín. La ética como identidad compartida, artículo 64, febrero 2004, año V, volumen 2, consultado en la página de internet http://www.saladeprensa.org, 7 de abril de 2008
[5] L. Morlino. “Calidad de la democracia. Notas para su discusión”, en Metapolítica, No. 39, vol. 8, enero-febrero 2005..
[6] José Joaquín Brunner. Comunicación y política en la sociedad democrática, documento presentado en el Seminario “Políticos y Comunicadores: Interacción y Compromisos” 14 de diciembre de 1994.

Esta opinión es 100% de mi autoría y se puede citar parcial o totalmente, siempre y cuando se respeten de forma ética los principios básicos de derecho de autor y el contenido mismo de la obra.

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